De Oasis a Harmony: la evolución de Royal Caribbean
Oasis of the Seas y Harmony of the Seas: descubramos la evolución de la exitosa clase Oasis de Royal Caribbean.
Acompañamos a Harmony of the Seas en su última navegación por el Mediterráneo antes de su traslado a Estados Unidos. Cabe recordar que se trata del tercer barco de la clase Oasis, el primero que se construye en Francia con la nueva tecnología disponible. Así que vamos a descubrir qué más tiene respecto a sus hermanas menores (“Oasis” y “Allure”) construidas en Finlandia en 2009 y 2010. Cuando “Harmony” entró en servicio en 2016, era el crucero más grande del mundo, actualmente solo superado en su evolución por Symphony of the Seas y en pocas semanas por el flamante Wonder of the Seas.
Pero los registros no son suficientes para hacer de un barco el lugar ideal de vacaciones, lo importante es lo que se ofrece a los pasajeros que deciden pasar tiempo a bordo. Royal Caribbean se ha superado al diseñar una combinación entre los barcos de la clase “Oasis” y los barcos futuristas de la clase “Quantum”. Hace varios años, el lema de los barcos Royal era “like no vacation on Earth”: este concepto muy bien podría volver a proponerse para este gran barco, engloba en sí mismo el principal destino de vacaciones donde el itinerario pasa a un segundo plano pues hay tantas cosas que se puede hacer a bordo.
Pero, ¿qué diferencia a este barco de los demás? En mi opinión técnica, su anchura permitió a sus diseñadores idear soluciones arquitectónicas únicas. De hecho, se trata de un barco que puede decirse que está “volcado hacia dentro” y no hacia el mar: se han creado tres grandes zonas en el centro del barco en las que se concentra la vida de a bordo y a las que se asoman los principales lugares y camarotes internos.
En el centro del barco está el Royal Promenade, de tres cubiertas, el corazón de la vida nocturna, con tragaluces en el techo que dejan entrar la luz natural del Central Park. Central Park es el escenario más increíble jamás creado en un crucero: 10587 plantas reales te permitirán pasear por un parque navegable con vistas a varios restaurantes y tiendas. Como hemos visto, a sus lados encontramos todos los balcones de los camarotes que tienen una vista de este espacio abierto hacia arriba. De hecho, las cuatro cubiertas de la piscina están situadas exactamente encima, desplazadas hacia los lados derecho e izquierdo, lo que permite una gran apertura en la superestructura.
Por último, en la popa hay otra “vía” que desemboca en el Aquatheater, un gran anfiteatro que durante el día se dedica al baño y por la noche se convierte en escenario de fascinantes espectáculos acuáticos realizados en su profunda piscina. Los espacios son tan amplios (y por eso nunca se tiene la percepción de hacinamiento) que los barcos de esta clase están divididos en siete distritos temáticos, como si se tratara de una pequeña ciudad navegante de casi 9000 habitantes.
A estas instalaciones, ya excepcionales, se añadieron locales que tuvieron una gran acogida en la clase “Quantum”, como el “Bionic Bar” y el restaurante “Wonderland”. Las nuevas “upgrade” también incluyen un solárium ampliado y nuevos toboganes, incluido el extraordinario “Ultimate Abyss”, el tobogán más alto instalado en un barco. El diseño de los camarotes también se ha rediseñado para que coincida con los colores de los barcos de la clase “Quantum”. La multitud de categorías ya disponibles en “Oasis” y “Allure” se ha combinado con una nueva distribución que hará que tu estancia a bordo sea aún más agradable.
Además de las instalaciones hoteleras, todo el diseño ha sido revisado técnicamente para cumplir con la normativa “Safe return to port”. También se ha dotado al barco de scrubbers para hacerlo más respetuoso con el medio ambiente, y la actualización tecnológica ha incrementado el ahorro energético de este crucero, que consume un 20% menos en prestaciones náuticas equivalentes que sus hermanas.
Esto supuso un verdadero reto para el astillero STX de Saint Nazaire, ya que las dos “sisterships” anteriores se construyeron en el astillero de Turku. Las técnicas de construcción son las mismas que las utilizadas en nuestros astilleros, salvo que para volúmenes mayores se utilizan espacios e instalaciones más grandes, como la nueva grúa pórtico de 1450 toneladas que permitió construir este gigante en menos de 90 secciones premontadas. Y bueno, el trabajo a bordo era siempre el mismo, desde el acondicionamiento de los hoteles hasta la carga de los camarotes prefabricados. Un know-how muy complejo que pocas grandes industrias europeas poseen.
Concluyamos con las “cifras” de “Harmony of the Seas”: 226963 toneladas brutas, 362,12 metros de eslora total, 47,42 metros de manga, 92,4 MW de potencia instalada, 2747 camarotes de pasajeros, 6780 huéspedes como ocupación máxima, 2100 tripulantes.
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