Descubriendo Ilulissat: La Ciudad de los Icebergs


Ilulissat, ubicada en la Bahía de Disko y en una zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es conocida como la capital mundial de los icebergs, ya que el 10% de los icebergs de Groenlandia provienen de aquí. El propio nombre, Ilulissat, proviene de la palabra inuit “iluliaq”, que significa precisamente iceberg. 

Ilulissat es la tercera ciudad más grande de Groenlandia, con aproximadamente 4.000 habitantes, y se encuentra a unos 350 km al norte del Círculo Polar Ártico. Si llegas en avión, Ilulissat es espectacular ya desde arriba: una vasta extensión de hielo que se vierte en el mar y rodea una tierra predominantemente rocosa. Desde principios de junio y durante los meses de verano, también se puede llegar al destino en cruceros, ya que la nieve desaparece de las calles y el mar se descongela, aunque el hielo permanece. 

Los visitantes pueden explorar la ciudad con sus casas coloridas dispuestas en una colina rocosa bajo una imponente pared montañosa. La ciudad ofrece una perspectiva histórica interesante, ya que ha sido un importante punto de intercambio comercial desde el siglo XVIII. El centro de Ilulissat ofrece una vista de los icebergs que pueblan el Icefjord durante todo el año, regalando panoramas espectaculares. 

Ilulissat se recorre fácilmente a pie, gracias a las escaleras de madera que permiten moverse por la pendiente en la que se encuentra. El centro turístico y el Museo de Knud Rasmussen son paradas que sin duda se deben visitar. 

También se recomienda un paseo hacia las afueras de Ilulissat, con la posibilidad de realizar un recorrido en trineo tirado por perros, utilizados como medio de transporte local. El destino de esta caminata es una pasarela que cruza el valle de Sermermiut, un antiguo asentamiento inuit, y ofrece una agradable caminata de aproximadamente un kilómetro y medio. Durante el recorrido, los visitantes pueden observar varios ecosistemas de plantas y rocas antiguas. 

El punto culminante de la visita a la pasarela es la vista espectacular del fiordo glaciar con sus icebergs en movimiento. Es una experiencia impresionante observar la majestuosidad del hielo deslizándose y retumbando hacia el océano, rodeado de un manto de plantas de brezo, arándanos y flores locales. Los visitantes también pueden subir a una plataforma más alta para una mejor vista del fiordo.

Una excursión interesante es la del pueblo de Oqaatsut, situado a unos 60 km al norte de Ilulissat. En esta pequeña comunidad, es posible visitar varios locales que ofrecen la oportunidad de degustar platos típicos o relajarse con una pausa en el Café Nuak, un lugar recomendado por muchas guías locales, perfecto para un café o un refrigerio. La visita al pueblo permite observar de cerca la vida tradicional groenlandesa, sin calles ni coches, con casas que dependen de un tanque común para el agua. 

Otra parada interesante es la excursión en barco al glaciar Eqi, conocido por ser el más “rápido” de Groenlandia. Con un movimiento diario de 70 metros, los turistas a menudo se reúnen aquí con la esperanza de presenciar el desprendimiento de icebergs, que ocurre cuando grandes bloques de hielo se separan y caen al mar. El glaciar Eqi, imponente en su majestuosidad, recibe a los visitantes que, por razones de seguridad, son mantenidos a una distancia prudente. Las visitas guiadas suelen proporcionar información detallada sobre el glaciar y sus cambios en los últimos veinte años. 

En colaboración con compañías turísticas especializadas como Ilulissat Adventure, también es posible organizar minicruceros en el Icefjord de Ilulissat. Navegando hacia el glaciar Sermeq Kujalleq, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, los visitantes pueden admirar paredes de hielo de más de 60 metros de altura. El glaciar Sermeq Kujalleq es uno de los pocos lugares en Groenlandia donde la capa de hielo toca el mar, creando un paisaje de icebergs con mil formas y colores. Observar de cerca estas maravillas de la naturaleza, con hielo que varía del blanco al azul oscuro y al negro, ha sido comparado con entrar en un mundo fantástico. 

El viaje a Ilulissat representa una oportunidad única para admirar uno de los sistemas naturales más críticos y en peligro del planeta. Ampliar la comprensión del Ártico y vivir la experiencia inolvidable de caminar entre icebergs hace de Ilulissat un destino imprescindible para los amantes de la naturaleza y la aventura. 

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Mara Di Dio

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