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27 de diciembre de 2020

¿Qué ver y hacer en Funchal, isla de Madeira, durante una escala de crucero? Hoy Cruising Journal te llevará a Funchal en un viaje virtual que podrá volverse realidad en cuanto tomes un crucero que haga escala en Madeira. Cruising Journal te recomienda este itinerario, ¡ven con nosotros y empieza a descubrir y soñar con Funchal!

Funchal toma su nombre de la palabra funcho, que en portugués significa hinojo, una planta muy presente en la isla.

La entrada a la bahía de Funchal, por la mañana, te regalará un panorama maravilloso e impresionante: una montaña, de unos 1500 metros de altura, te dará la bienvenida y las luces de las casas y tiendas evocarán la imagen de un pesebre.

Caracterizada por una población alegre y acogedora, en Funchal podrás pasear por el campo, ir de compras a las típicas tiendas de artesanía y bordados locales o degustar algunas delicias culinarias elaboradas con ingredientes locales.

La isla es casi equidistante de Lisboa y de la costa africana; su posición geográfica única ha permitido a Madeira desempeñar un papel clave en el descubrimiento europeo y, más recientemente, en el mercado de los cruceros que incorporan itinerarios por las Islas Canarias, el Mediterráneo occidental y los cruceros transatlánticos.

Madeira es conocida como la “Garden Island”, estos jardines junto al mar cuentan con una gran variedad de flores exóticas, árboles y otras especies de flora que incluyen rosas, proteas, massarocos (orgullo de Madeira), condifolium y buganvillas; un verdadero derroche de colores impresionantes.

Al desembarcar en la estación marítima de Madeira, podrás realizar una de las excursiones sugeridas o dar un paseo de unos 20 minutos hasta el centro de Funchal, de camino puedes visitar el Parque de Santa Catarina en la Avenida do Mar, justo encima del muelle norte, donde encontrarás varias esculturas, la capilla de Santa Catarina, un estanque con patos y algunas de las flores más bonitas de Funchal.

Paseando por las calles de la ciudad podrás explorar los jardines, las confiterías donde podrás comprar el tradicional pastel de miel o las características tiendas donde adquirir el vino de Madeira, embotellado en la isla y producido a partir de uvas específicas; el vino de Madeira envejece mediante un proceso único y se produce en muchas variedades que van desde vinos secos, perfectos para el aperitivo, hasta vinos dulces, excelentes para acompañar los postres. En el centro de Funchal, la visita a la Catedral es obligada. Clasificada como Monumento Nacional en 1910, hoy se considera el principal templo religioso del Archipiélago.

Continuando nuestro paseo llegaremos hasta el mercado de agricultores, caracterizado por los grandes paneles de azulejos Faiança Batisttini de María de Portugal, que datan de 1940 y las pinturas con temas regionales, de João Rodrigues, que adornan la fachada, la puerta principal y la pescadería. En este entorno se mezclan colores, sonidos, olores y personas. Encontrarás cientos de flores, pescado fresco y una gran variedad de frutas tropicales como la maracuyá y muchas otras.

Seguidamente, nos dirigiremos hacia el centro histórico a través de innumerables callejuelas, desde aquí podremos tomar el teleférico para subir a la montaña hasta Vila Monte, uno de los lugares más emblemáticos de la isla de Madeira.

En este punto, haremos una visita a la iglesia de Vila Monte y luego regresaremos al centro de Funchal utilizando los característicos carros de cesto, pequeños sofás de mimbre de dos plazas con un asiento de tela floral blanca; están hechos a mano con mimbre y madera. Son guiados y controlados por dos hombres, vestidos de blanco y con sombreros de paja, que utilizan hábilmente sus botas, con gruesas suelas de goma, como frenos. Se trata de una experiencia única, ¡que no puedes perderte!

Finalmente seguiremos hasta llegar a Cabo Girão, un promontorio de unos 589 metros de altura que ofrece un panorama impresionante del mar, una vista vertiginosa de las Fajãs do Rancho, una pequeña zona de cultivo al pie del acantilado, así como magníficas vistas del océano.

Antes de regresar a Funchal, visitaremos el antiguo pueblo pesquero de Camara de Lobos y degustaremos Poncha y Nikita en una de las tabernas cercanas a la hermosa bahía. En esta tierra de pescadores altamente especializados en la pesca del pez sable negro, podrás admirar unas embarcaciones pintorescas muy particulares, las Xavelhas. El ex primer ministro británico Winston Churchill pintó un cuadro de este lugar cuando visitó la isla el 8 de enero de 1950.

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Artur Rodriguez

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