Monte Palace Madeira: un paraíso para los sentidos
Funchal, la capital de Madeira, es famosa por su belleza subtropical, y pocos lugares encarnan mejor este esplendor que el Monte Palace Madeira. Este extraordinario complejo de jardines no es solo un jardín botánico, sino una fusión de diversidad natural, riqueza artística y patrimonio histórico. Una excursión de medio día recomendada para los cruceristas en busca de una experiencia especial.
Vistas impresionantes desde lo alto
El Monte Palace Madeira se encuentra a unos 560 metros sobre el nivel del mar, en el barrio de Monte, enclavado entre las laderas exuberantes que dominan Funchal. Para llegar, se puede optar por subir en teleférico, disfrutando de magníficas vistas panorámicas, o bien elegir un recorrido más aventurero en taxi o autobús público por estrechas, empinadas y sinuosas carreteras. Ambas opciones tienen su encanto. La estación superior del cómodo teleférico lleva directamente a la entrada del Monte Palace Madeira, ofreciendo al mismo tiempo un espectáculo encantador: los campos en terrazas de la isla y la vibrante ciudad a sus pies, con el majestuoso crucero descansando en el puerto.
Numerosos miradores dentro del jardín invitan a disfrutar al máximo de estas vistas. Desde lo alto, los barcos parecen maquetas y la inmensidad del Atlántico se extiende hasta el horizonte, el lugar ideal para una fotografía inolvidable.
View with P&O Iona in port
Una joya botánica
Con más de 70.000 metros cuadrados de superficie, el Monte Palace Madeira alberga una impresionante variedad de plantas procedentes de todo el mundo. Gracias al clima templado de Madeira, aquí prosperan especies de diferentes continentes: desde árboles exóticos hasta las flores más coloridas. Además de las palmeras y los helechos de Sudáfrica, se pueden admirar árboles tropicales como las secuoyas americanas y las acacias australianas. Los colores y aromas de orquídeas multicolores, hortensias gigantes, lirios tropicales y aves del paraíso fascinarán no solo a los amantes de las flores. No falta la estrella local de la flora, el “Laurisilva”, el bosque de laurel declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO en 2020.
Los jardines orientales de estilo japonés y chino transportan a otra dimensión: rincones de armoniosa paz con pagodas tradicionales, estatuas de Buda, puentes rojos e incluso estanques con carpas koi. Un rincón perfecto para un momento de serenidad. La fauna también ofrece sorpresas: flamencos rosados que pasean elegantemente y pavos reales indios que despliegan sus espectaculares plumas. Alrededor del lago central, acogedores bancos invitan a detenerse, mientras cisnes majestuosos se deslizan sobre el agua.
oriental garden
Flamingos and tile panels
Historia, arte y cristales
Los senderos sinuosos que atraviesan el jardín botánico también conducen a un viaje por la historia gracias a los “azulejos”: antiguos paneles de cerámica, a menudo pintados a mano, que decoran con maestría caminos y muros, narrando historias de distintas épocas, desde escenas cristianas hasta acontecimientos históricos y políticos. El complejo se asemeja a un museo al aire libre, con obras de arte y elementos arquitectónicos integrados con buen gusto. En cada rincón del Monte Palace Madeira aguarda una nueva sorpresa.
El palacio principal también alberga un museo de tres plantas. Aquí se pueden admirar obras de arte contemporáneo, mientras que en la planta baja se expone una fascinante colección de cristales, minerales y gemas provenientes de todo el mundo. La forma, el color y el brillo de estos minerales han encantado al ser humano desde la antigüedad, y los cientos de piezas en exposición revelan los secretos y la belleza de nuestro planeta.
mineral museum
Sculptures
The Palace
Monte Palace Azulejos tiles
Una excursión para todos los sentidos
Quienes deseen sumergirse en la música local deberán ser puntuales: cada día, a las 12:30 h, músicos locales, a menudo vestidos con trajes folclóricos, animan el jardín con espectáculos tradicionales. Tampoco faltan las opciones de comida y bebida: el Greenhouse, dentro del edificio principal, y el Bluehouse Café, junto a uno de los miradores, ofrecen platos ligeros, dulces y refrescos. En el extremo sur del parque, una pequeña casita invita a probar la bebida típica de Madeira: en el Poncha Bar se sirve el tradicional licor de caña de azúcar mezclado con miel y zumo de naranja o limón.
Muy cerca, se pueden observar los famosos “carros de cesto”, los tradicionales trineos de mimbre que transportan a los turistas por las empinadas calles en descenso. No solo es una oportunidad fotográfica imperdible, sino también una razón para probar esta experiencia única al final de la visita. Antes, sin embargo, merece la pena detenerse en la cercana iglesia de peregrinación de Nossa Senhora do Monte. Además de albergar la tumba del último emperador de Austria-Hungría, Carlos I, ofrece una vista panorámica impresionante sobre Madeira.
Ya sea para admirar la extraordinaria variedad botánica, descubrir arte e historia o simplemente disfrutar de la espectacular vista de la ciudad y el océano, el Monte Palace Madeira es un destino inolvidable. Esta excursión de medio día representa el equilibrio perfecto entre naturaleza, cultura y relax para los cruceristas en visita a Funchal.
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