Uruguay: recorrido por los Viñedos de Canelones


Uruguay, una pequeña joya en América del Sur, ha ganado una sólida reputación internacional por su vino, especialmente el Tannat, cultivado principalmente en la histórica región vinícola de Canelones. 

Esta variedad de uva, introducida por los vascos franceses en el siglo XIX, ha encontrado en Uruguay un hábitat ideal, convirtiéndose en el símbolo de la viticultura local. Gracias al clima templado, influenciado por el Océano Atlántico, y los suelos ricos en minerales, los viñedos uruguayos producen vinos de alta calidad, apreciados en todo el mundo. 

A pocos kilómetros de la capital, Montevideo, se encuentra la región de Canelones, el corazón de la producción vinícola del país. Aquí, más del 60% de las bodegas de Uruguay cultivan y producen vinos refinados, convirtiendo esta región en un destino obligatorio para los amantes del vino. Las visitas a los viñedos de Canelones ofrecen una experiencia única que combina vinificación, gastronomía y naturaleza. Al caminar entre las hileras de vides perfectamente alineadas y las bodegas históricas, los visitantes pueden descubrir los secretos de la vinificación y saborear lo mejor de la tradición uruguaya. 

Las bodegas de Canelones ofrecen una variedad de actividades. Además de las catas clásicas, algunas organizan almuerzos al aire libre entre los viñedos, donde los visitantes pueden maridar el Tannat con platos tradicionales uruguayos. También es posible participar en talleres de vinificación, explorando el proceso desde la cosecha de uvas hasta el embotellado. 

El Tannat, el orgullo nacional, es el vino tinto insignia de Uruguay. Reconocido por su alto contenido de taninos y su robusta estructura, presenta aromas intensos de frutas oscuras, especias y toques de chocolate. Gracias al clima único de Canelones, con brisas oceánicas y fluctuaciones de temperatura, esta uva alcanza su máximo potencial, resultando en vinos de gran complejidad y longevidad. A pesar de su intensidad, el Tannat uruguayo es sorprendentemente versátil, combinando bien con carnes asadas, quesos curados y postres de chocolate negro. 

Canelones es más que solo excelentes vinos; invita a los visitantes a sumergirse en la cultura y tradiciones locales. Muchas bodegas son familiares, transmitiendo el arte de la vinificación de generación en generación, creando una profunda conexión entre el pasado y el presente. Por ejemplo, Bodega Stagnari ofrece visitas guiadas que muestran técnicas tradicionales junto con innovaciones modernas, culminando en catas de vinos acompañadas de quesos artesanales y pan casero.

Una visita a Canelones es una oportunidad única para conectarse con la naturaleza y la pasión que los uruguayos ponen en la producción de vino. La experiencia va más allá de las catas: muchas bodegas ofrecen actividades adicionales, como paseos en bicicleta por los viñedos, picnics pintorescos y cenas gourmet bajo las estrellas. Durante la temporada de cosecha, los visitantes pueden incluso participar en la recolección de uvas, viviendo un momento clave de la vinificación. 

Los recorridos por los viñedos de Canelones son personalizables y están diseñados para todo tipo de visitantes, desde principiantes hasta conocedores. Muchas bodegas ofrecen paquetes que incluyen traslados desde Montevideo, visitas guiadas y catas completas. Además, hay recorridos temáticos disponibles, que se centran en vinos premium o maridajes de vino y comida. 

Un viaje por los viñedos de Canelones no es solo una celebración del vino, sino también una oportunidad para descubrir el alma auténtica de un país acogedor y lleno de historia. Ya sea que seas un amante del vino o simplemente busques una experiencia inolvidable, Uruguay te cautivará con sus sabores y paisajes. 

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Mara Di Dio

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