Cruceros Made in Europe: un motor para el futuro
La industria de los cruceros europea se confirma como un sector estratégico para la economía del continente, capaz de generar cada año un valor económico de 55,3 mil millones de euros y de sostener 400 mil empleos. Entre los protagonistas de esta cadena de valor, Italia se destaca con una contribución de 14,7 mil millones de euros y casi 100 mil empleados, posicionándose como líder tanto en la construcción de barcos de crucero como en la oferta turística. Esto es lo que emerge del informe titulado precisamente “Made in Europe” difundido por CLIA, la asociación internacional de las compañías.
Europa construye el 97% de los barcos de crucero del mundo, y más de la mitad de ellos se fabrican en Italia. En los próximos 12 años, se prevé la construcción de 72 nuevos barcos en los astilleros europeos, con una inversión total de 57 mil millones de euros (aproximadamente 4,75 mil millones por año). El sector representa el 80% de los pedidos de barcos comerciales para los astilleros europeos, involucrando una extensa red de proveedores que van desde la producción de acero para los cascos hasta las tecnologías avanzadas para el equipo a bordo.
Un ejemplo significativo lo proporcionan los astilleros Fincantieri, que, además de sus 10.000 empleados directos, sostiene una cadena de suministro que genera 90.000 puestos de trabajo. De manera similar, en los astilleros Meyer Werft, el 80% de los suministros proviene de empresas europeas, mientras que un barco realizado por Chantiers de l’Atlantique en Francia está compuesto casi en su totalidad por materiales europeos, de los cuales el 70% son franceses.
La industria de los cruceros se considera uno de los pilares de la excelencia industrial europea, según lo ha afirmado Samuel Maubanc, Director General de CLIA Europa, quien destacó que el sector no solo contribuye a fortalecer la competitividad de Europa, sino que también actúa como motor de innovación tecnológica y sostenibilidad, invirtiendo en soluciones energéticas de vanguardia que generarán un impacto duradero en todo el sector marítimo.
El impacto económico de la industria de los cruceros va mucho más allá de los astilleros. Cada atraque en uno de los 350 puertos europeos (de los cuales 60 están en Italia) representa una oportunidad para el desarrollo de las comunidades costeras y de los proveedores locales. Las compañías se comprometen a valorar los productos locales, generando beneficios económicos directos e indirectos para las regiones.
Según el informe de CLIA, el gasto promedio de un crucerista durante un crucero de siete días es de 700 euros, contribuyendo a crear un impacto económico total de 1,4 mil millones de euros al año en Italia. Pero el impacto no termina con la estancia: más del 50% de los cruceristas vuelve a visitar los destinos descubiertos durante el viaje, demostrando el papel de los cruceros como una potente herramienta de marketing turístico. A esto se suman los gastos de las compañías en suministros (2,4 mil millones de euros al año), inversiones en astilleros (2,6 mil millones de euros) y salarios (3 mil millones de euros), lo que convierte a la industria de los cruceros en un sector crucial para el desarrollo económico y el empleo en Europa.
Según Francesco Galietti, Director de CLIA Italia, Italia es el país europeo más querido por los cruceristas y el que más se beneficia del sector. Este éxito, como se puede ver en sus palabras, se debe no solo a la belleza de su territorio y al valor de sus destinos turísticos, sino también a la presencia de infraestructuras de excelencia, puertos de vanguardia y una larga cadena de proveedores calificados que apoyan el sector.
El compromiso de Italia no se limita a la construcción de barcos, sino que también incluye el desarrollo de puertos y terminales modernos, el apoyo a los operadores turísticos y una creciente atención a la sostenibilidad. Esta combinación de habilidades y conocimiento convierte al país en una referencia internacional para el sector de los cruceros y consolida su papel como líder en el Mediterráneo.
Con un crecimiento constante y una inversión sin precedentes, la industria de los cruceros europea no es solo un pilar de la economía continental, sino también un modelo de innovación y sostenibilidad. En los próximos años, el sector continuará evolucionando, promoviendo tecnologías verdes y fortaleciendo la cooperación con las comunidades locales. Como subraya CLIA, la industria de los cruceros seguirá siendo una de las principales palancas para el relanzamiento económico y turístico de Europa, ofreciendo valor a largo plazo para las empresas y las personas.
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