Letty Yacht: una experiencia inmersiva en las Galápagos
Para quienes buscan una experiencia extraordinaria que combine comodidad y aventura, un crucero a bordo del Letty Yacht explorando las Islas Galápagos es la elección perfecta.
El yate, recientemente renovado, cuenta con cabinas con vista al océano que ofrecen una atmósfera de privacidad y relax. Dispone de cuatro cabinas en la cubierta superior con ventanas panorámicas y otras cuatro en la cubierta inferior, todas diseñadas para garantizar el máximo confort. Con una capacidad máxima de 16 huéspedes, dos de las cabinas en la cubierta inferior pueden convertirse en triples, ideales para familias o pequeños grupos. Además, el yate ofrece Wi-Fi gratuito a bordo, lo que permite a los viajeros mantenerse conectados durante la navegación. También se incluye equipo de esnórquel, trajes de neopreno y kayaks, asegurando que los huéspedes tengan todo lo necesario para disfrutar al máximo de su aventura sin costos adicionales.
El viaje a las Islas Galápagos a bordo del Letty Yacht comienza con la llegada al aeropuerto de San Cristóbal, donde los viajeros se preparan para sumergirse en una aventura que promete paisajes impresionantes y encuentros con una naturaleza prístina. La primera parada es el Centro de Visitantes del Parque Nacional Galápagos, ubicado en la misma isla de San Cristóbal. Este centro, inaugurado en 1998, ofrece una visión completa sobre la historia natural y cultural del archipiélago, con paneles informativos y un pequeño auditorio para profundizar en las características únicas de las islas. A continuación, se visita el Centro de Interpretación de Cerro Colorado, donde se puede observar el programa de reproducción de tortugas gigantes, diseñado por el Parque Nacional en 2003 para proteger y preservar esta emblemática especie.
El segundo día del itinerario incluye la visita a Punta Pitt y Cerro Brujo, dos lugares de belleza increíble. Cerro Brujo, una playa de arena coralina, es famosa por la presencia de lobos marinos, iguanas marinas y numerosas aves migratorias. Aquí, los viajeros pueden practicar esnórquel en aguas cristalinas y observar de cerca la fauna local. Después del almuerzo, se llega a Kicker Rock, un lugar igualmente fascinante, conocido por su rica fauna marina, que incluye lobos marinos y fragatas, así como una variedad de pinzones que hacen de esta parada una experiencia inolvidable.
El tercer día comienza con la visita a Gardner Bay, una de las playas más hermosas de las Galápagos, famosa por su arena blanca y por ser refugio de tortugas verdes. Además de las tortugas, los visitantes podrán observar pinzones y cucuves de Española, que aportan un toque especial al lugar. La tarde está dedicada a Punta Suárez, un sitio natural de gran relevancia, donde la fauna endémica es protagonista. Lobos marinos, halcones de las Galápagos y la famosa colonia de albatros de ceja ondulada serán las estrellas de este espléndido escenario.
El cuarto día se dedica a la exploración de Floreana, una isla rica en historia y paisajes espectaculares. El recorrido comienza en el Mirador de las Baronessas, que ofrece vistas impresionantes de la isla, y continúa hacia Cormorant Point, conocido por sus dos playas, una de arena verde y otra de arena blanca, además de la Laguna de los Flamencos. Floreana también es conocida por el misterio de las desapariciones ocurridas en los años 30, un intrigante capítulo de su historia que añade un toque de fascinación al viaje.
El quinto día está destinado a North Seymour y Bartolomé, dos islas con una rica fauna silvestre. North Seymour, formada por flujos de lava submarinos, es un paraíso para los amantes del avistamiento de aves, con piqueros de patas azules, fragatas e iguanas terrestres. Bartolomé es una de las islas más cautivadoras de las Galápagos. Aquí, los viajeros pueden admirar Pinnacle Rock, un cono volcánico que se alza sobre aguas cristalinas. Las playas de Bartolomé son ideales para practicar esnórquel, y los encuentros con pingüinos de las Galápagos y otras especies de aves hacen que la experiencia sea aún más especial.
El día siguiente incluye la exploración de Darwin Bay, una pequeña playa famosa por su biodiversidad, y una visita a El Barranco (Escalones del Príncipe Felipe), un mirador con vistas espectaculares de la naturaleza salvaje de las islas. El séptimo día se visitarán South Plaza, conocida por su rica flora y por una población de iguanas terrestres que dependen de los cactus, y Santa Fe, una isla prístina sin agua dulce, caracterizada por bahías perfectas para el esnórquel y el buceo, donde se pueden explorar las maravillas marinas en un entorno completamente natural.
Los últimos días estarán dedicados a la isla de Santa Cruz, hogar del Parque Nacional El Chato. Aquí, los visitantes podrán observar tortugas gigantes en su hábitat natural y explorar los túneles de lava, formaciones geológicas que cuentan la historia volcánica de las islas. Tras visitar los cráteres gemelos de Los Gemelos, el viaje concluirá con una parada en el centro de investigación de tortugas gigantes, donde se llevan a cabo programas de crianza en cautiverio para conservar la especie. Finalmente, el viaje terminará con un traslado a Baltra, dejando a los participantes recuerdos inolvidables de las maravillas naturales de las Islas Galápagos.
En definitiva, un crucero a bordo del Letty Yacht en las Islas Galápagos es una oportunidad única para descubrir este rincón de paraíso, donde la naturaleza prístina y la extraordinaria biodiversidad se combinan con el confort y la privacidad del yate. Un viaje que regala emociones inolvidables, rodeado de paisajes impresionantes y en contacto directo con las maravillas naturales de estas islas únicas en el mundo.
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