Los ritmos de la costa brasileña con Scenic Cruises
Con Scenic Cruises es posible descubrir parte de América del Sur haciendo un crucero a lo largo de la costa brasileña y uruguaya, visitando joyas escondidas remotas e inéditas.
Durante el crucero “Ritmos de la Costa Brasileña“, será posible unirse a Tom Götter, marinero experto y Top Chef World All-Star, y a Gabri Rodriguez, chef estrellado Michelin. El crucero comienza en la deslumbrante Río de Janeiro, navegando a lo largo de la costa brasileña y uruguaya para admirar la belleza natural y sentir las vibraciones tropicales de las playas y selvas. Durante este nuevo crucero de la serie Tastes of Discovery, los huéspedes quedarán asombrados por las creaciones del chef Gabri Rodriguez, finalista de Top Chef Mexico, una armonía de sabores tradicionales y técnicas contemporáneas que se traducen en platos exquisitos y vanguardistas. En tierra, se podrán admirar las selvas tropicales de Ilha Grande. Finalmente, se llegará a Buenos Aires, el “París de América del Sur”, con su rico patrimonio cultural, la animada vida nocturna y la arquitectura de inspiración europea.
Scenic Rythms of the Brazilian Coastline
Scenic Eclipse
El viaje comienza tan pronto como se sube a bordo en la vibrante ciudad de Río de Janeiro. Entre las orillas de Río famosas por su estatua del Cristo Redentor y rodeada de picos verdes, el Scenic Eclipse recibirá a los huéspedes con una cálida bienvenida y una copa de champán. Una vez a bordo, los huéspedes podrán familiarizarse con las lujosas ofertas del Discovery Yacht, brindando al inicio de esta aventura de 11 noches en el Sky Bar del puente superior, saludando a la costa.
El segundo día, será posible dejarse seducir por las playas paradisíacas de Búzios, como lo hizo la actriz francesa Brigitte Bardot. Un simple pueblo de pescadores hasta la década de 1960, Búzios es hoy uno de los barrios más exclusivos de Brasil, con elegantes tiendas, restaurantes refinados, villas aisladas y bares chic. Búzios es una encantadora combinación de tres localidades en una pequeña península, cada una con su propio estilo. El crucero continúa hacia Ilha Grande, un paraíso natural con amplias vistas al océano y a la selva tropical. Aquí, será posible sumergirse en la naturaleza y pasear bajo las copas de los árboles admirando la fauna.
Paraty
La siguiente parada será Paraty, con sus calles empedradas y sus edificios blancos. Audaces bloques de colores primarios con acentos arquitectónicos destacan las montañas escarpadas, veladas por bandas de hojas esmeralda. Explorar aquí es un descubrimiento de la naturaleza y la cultura. Aquí es posible buscar insectos emblemáticos que viven en esta región, observar una infinidad de aves, los loros caleidoscópicos y los colibríes voladores. Las calles empedradas y los edificios blancos de Paraty seguramente invitarán a cualquiera a tomar la cámara para tomar algunas fotos.
El quinto día, iremos a explorar Ilhabela. En portugués, Ilhabela significa “Isla Hermosa”, entenderán claramente el motivo. Con sus picos volcánicos escarpados emergiendo de la densa selva ecuatorial, también alberga una multitud de cascadas, especies vegetales en flor y playas impresionantes. Aquí es posible admirar la fauna protegida en esta reserva de la biosfera declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, incluidos los monos haciendo acrobacias. La siguiente parada será Ponta do Sul, aislada y tranquila, es una reserva natural de 35 kilómetros conocida por tener las playas más hermosas del estado brasileño de Paraná. Sin carreteras, sin autos, solo una selva virgen, arena suave y senderos estrechos para la exploración. Uno de los aspectos más destacados es que esta parte del mundo ha sido visitada por muy pocos turistas, un lugar único y remoto. Aquí los huéspedes pasarán el día explorando las costas, disfrutando del sol o aprovechando las instalaciones para deportes acuáticos disponibles.
Playa Brava, Punta del Este
El séptimo día, será posible visitar una de las ciudades más ricas en historia de Brasil, São Francisco do Sul, fundada a principios del siglo XVI. Las calles empedradas y los edificios coloniales, muchos de los cuales están registrados en el Registro Histórico Nacional, son testigos de su historia. Navegando hacia la isla, será posible disfrutar de las mejores vistas de la ciudad, con sus casas pastel con ventanas en arco y balcones elegantes. Albergando el único Museo de Barcos de Brasil, el casco antiguo lleva a descubrir la historia marítima del país. En las cercanías, las playas y calas se extienden infinitamente y es posible pasar el día paseando bajo el cielo azul o explorando el mar en busca de vida marina. Si el tiempo y las autorizaciones lo permiten, también será posible admirar la ciudad desde arriba, suspendidos sobre las mareas oceánicas y las playas color galleta desde uno de los dos helicópteros Scenic.
Después de dos días de navegación, llegaremos a Punta del Este. Desde principios del siglo XX, esta península bañada por el sol tiene la reputación de ser el destino preferido de las personas adineradas. Apodada la “Mónaco del Sur”, la icónica ciudad de Punta Del Este y sus increíbles playas atraen visitantes de todo el mundo. Playa Brava, una de las principales playas de Punta, alberga la famosa escultura de dedos emergiendo de la arena suave y dorada, llamada “La Mano”. Entre otras esculturas de la ciudad, las galerías de arte y los museos le dan a Punta del Este una atmósfera artística y ecléctica que la convierte en un destino excepcional.
Montevideo, Uruguay.
Luego, será posible descubrir Montevideo, la capital de Uruguay, con numerosos edificios y residencias de importancia arquitectónica. La Plaza de la Independencia, que una vez albergó una fortaleza española en el centro de la ciudad, conduce a magníficas estructuras y monumentos Art déco, incluido el teatro neoclásico Solís, que abrió sus puertas en 1856. Los visitantes se encontrarán en una ciudad vibrante, llena de vitalidad, con comedias musicales y acogedores bares de tango uno al lado del otro.
El viaje termina en Buenos Aires, una de las ciudades más animadas y cosmopolitas del mundo. Hay mucho por descubrir, así que después de despedirse de nuevos amigos y miembros de la tripulación del Scenic Eclipse, será posible reservar tiempo para explorar la cultura y la cocina argentina.
Este magnífico itinerario es completado por el servicio de Scenic, que se destaca desde hace años en el sector de cruceros. De hecho, cada detalle del viaje con todo incluido ha sido cuidadosamente planeado para crear una experiencia sin preocupaciones y llena de recuerdos que durarán toda la vida; el barco con solo 228 huéspedes ofrece una experiencia exclusiva, suites de lujo con terrazas de seis estrellas, un servicio de mayordomo para cada huésped y una relación tripulación/huésped de 1:1 completan el servicio de lujo; además, se incluyen hasta 10 experiencias gastronómicas, desde comidas informales hasta refinadas.
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