Riverside: Un Viaje a Través de Paisajes Encantadores


A bordo del Riverside Debussy, es posible disfrutar de un crucero fluvial de 15 días explorando algunos de los lugares más fascinantes de Europa, atravesando paisajes impresionantes y sumergiéndose en ciudades ricas en historia y cultura.

El viaje comienza en Basilea, una ciudad suiza donde el Rin se encuentra con las fronteras de Suiza, Alemania y Francia. Aquí, la arquitectura gótica de la Catedral de Basilea y las vibrantes galerías de arte dejan una marca imborrable en el corazón de quienes la visitan. Continuando hacia Kehl, se entra en una historia que abarca siglos, entre relatos de conflictos y renacimientos. La ciudad ofrece una fascinante combinación de tradiciones antiguas y modernidad, enmarcada por las tranquilas aguas del Grand Canal d’Alsace. Poco después, en Espira, la majestuosa catedral románica, una de las más grandes del mundo, deja a todos maravillados, mientras que el Technik Museum promete maravillas tecnológicas para grandes y pequeños. Por su parte, Mannheim, con su palacio y los jardines de Luisenpark, da la bienvenida a los visitantes en un ambiente refinado y moderno.

El cuarto día es un crescendo de emociones. Rüdesheim encanta con sus viñedos y el famoso café Rüdesheimer, mientras que el teleférico hasta el Monumento Niederwald regala vistas impresionantes. En Coblenza, la confluencia del Rin y el Mosela enmarca un paisaje pintoresco, y en Andernach, la historia medieval se mezcla con la leyenda de la Vera Cruz, haciendo de cada paso un descubrimiento. Colonia, la siguiente parada, deslumbra con su imponente catedral, una maravilla gótica que se erige como símbolo de resiliencia y renacimiento, y con su animada atmósfera urbana, siempre en movimiento. Luego, se llega a Nimega, en los Países Bajos, donde el encanto de los parques, las iglesias históricas y las oportunidades para excursiones al aire libre completan una experiencia de pura belleza natural.

Ámsterdam, el corazón palpitante del viaje, merece tres días completos. Aquí, el encanto de los canales, la majestuosidad de museos como el Rijksmuseum y la Casa de Ana Frank, y la animación de los mercados y calles vibrantes capturan la imaginación de cada viajero. Las bicicletas recorren las calles arboladas, mientras las casas flotantes en los canales cuentan historias de una ciudad única en el mundo. Después de otra parada en Nimega, el viaje continúa hacia el sur, llegando a Amberes, la ciudad de los diamantes y el Renacimiento. Aquí, el arte y la historia se fusionan en una atmósfera de gran elegancia. Gante, con su castillo medieval y torres góticas, transporta a los viajeros al pasado, ofreciendo una visión auténtica de la cultura flamenca.

El décimo tercer día lleva a los viajeros a Middelburg y Veere, dos joyas ocultas de los Países Bajos. Middelburg encanta con su abadía y calles llenas de encanto histórico, mientras que Veere es un paraíso para los amantes del mar y los deportes acuáticos, con su ambiente tranquilo y pintoresco. Dordrecht y Róterdam cierran el círculo antes de regresar a Ámsterdam. Dordrecht, con su centro histórico romántico, y Róterdam, moderna e innovadora, representan dos almas diferentes pero complementarias de los Países Bajos.

Este viaje concluye con el último día en Ámsterdam, ofreciendo la oportunidad de disfrutar una vez más de su magia. Lo que hace que esta experiencia sea aún más memorable es el servicio impecable a bordo del Riverside Debussy, donde cada detalle está cuidadosamente atendido para garantizar comodidad, elegancia y un servicio personalizado que satisface incluso a los viajeros más exigentes.

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Ester Lombardo

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