Msc Seaside: el barco que sigue al sol (parte 2)


Bienvenidos a la segunda parte del relato de una experiencia a bordo de Msc Seaside, ¿dónde estábamos? Si te perdiste la primera parte puedes leerla aquí, si no, ¡disfruta lo que viene!

Toboganes en Marsella

Cuando Msc Seaside llega a Marsella a la mañana siguiente, nos encontramos de nuevo en el restaurante bufé “Marketplace”. Está lleno de gente, no parece que el barco navegue con una capacidad de pasajeros inferior a la normal. Los puestos del bufé presentan el habitual bullicio y las largas colas, incluso para las cosas más mundanas como el té y el agua. La única ventaja: si el ajetreo del interior resulta demasiado para tu gusto, siempre puedes escapar a la zona exterior de Msc Seaside.

Decidimos no participar a la excursión terrestre organizada en Marsella, los toboganes acuáticos nos esperan, ¡probaremos los tres uno tras otro! Hay un tobogán doble, un tobogán con flotadores y un tobogán trompo, y los tres son espectaculares. Otros se acurrucan en uno de los grandes sofás circulares del salón, algunos de los cuales se han colocado, afortunadamente, en la cubierta de la piscina. Pero si quieres disfrutar de ellos, tienes que ser rápido, porque obviamente los disfrutan tanto los jóvenes como los mayores. Una vez que has encontrado y ocupado tu lugar, lo único que puede estropear tu descanso es el fuerte sonido de la música, que incluso por la mañana no para en ningún lugar del barco.

Un barco al que hay que acostumbrarse

Por último, echamos un vistazo a las salas comunes bajo cubierta. La orientación es difícil porque Msc Seaside difiere radicalmente de la disposición de otros cruceros. La confusión comienza con el hecho de que el atrio, que se encuentra en la proa o en medio del barco en la mayoría de los cruceros, está situado en la popa en los barcos de la clase Seaside. Además, no hay un paseo interior central como en Msc Meraviglia. En cambio, la “Piazza Grande” no es, como su nombre indica, el corazón del barco, sino solo un pequeño pasillo en la parte delantera de la cubierta 6, donde confluyen las tiendas. Por otro lado, en Msc Seaside ya no existe la clásica cubierta de la piscina. La piscina cubierta (“Jungle Pool“) está situada en el centro del barco, en la cubierta 18, mientras que la gran cubierta de la piscina exterior se extiende hacia la popa en la cubierta 16 y otra piscina más pequeña (“South Beach Pool“) está algo escondida al pie de los ascensores panorámicos en la cubierta 7. Si estás aquí, por ejemplo, y quieres pasar de una piscina a otra cuando cambie el tiempo, no solo debes traer chanclas y una mochila de tamaño medio, sino también tiempo y una buena condición física.

 

Sin embargo, lo que Msc Seaside tiene en común con el resto de los cruceros de MSC es el hecho de que la gran mayoría de los pasajeros no tienen visión del sentido de la marcha en ninguna parte del barco. En las cubiertas 16, 18 y 19, la parte delantera está reservada al MSC Yacht Club, en las cubiertas de 9 a 15 camarotes, incluido el MSC Aurea Spa, y, por último, las cubiertas 6 y 7, está reservada a las habitaciones de los 1.413 miembros de la tripulación. Una lástima. En definitiva, Msc Seaside es un barco al que cuesta acostumbrarse. Otras unidades de MSC pueden parecer más elegantes, con sus relucientes escaleras de Svarovski y su paseo central de tiendas con techos de LEDs iridiscentes, y es más fácil orientarse.

El tiempo entre la salida y la cena ofrece otra oportunidad para descubrir más del interior del barco. Sin embargo, no con mucho éxito. El Seaview Lounge es bonito porque aquí puedes relajarte del ajetreo del atrio y de los bares, pero lametablemente también es la única sala de este tipo a bordo y, en consecuencia, muy frecuentada. Por la noche, sin embargo, las cubiertas exteriores están casi desiertas. No hay música en la piscina y casi no hay actividad en los bares, solo las habituales bandas juveniles, que difícilmente pueden clasificarse como “entretenimiento a bordo”. Solo en el atrio hay más. Allí se proyecta un partido de fútbol de la seleccion italiana en las pantallas gigantes, pero ni siquiera esto es suficiente para que la música tecno de los parlantes baje o se apague del todo. Además, el atrio se había convertido durante una hora en una especie de estadio de aficionados que no habría necesitado ningún apoyo artificial, sino que su atmósfera se alimentaba únicamente de la pasión de los aficionados presentes y su gran entusiasmo. Una lástima, oportunidad perdida.

En el mar

A 652 millas náuticas de Siracusa, nuestro próximo puerto de destino está bastante lejos, lo que da al barco la oportunidad de pasar un día en el mar. Fuera, en la cubierta, el aire se ha enfriado considerablemente. Las cubiertas están mojadas y llovizna, y todavía no hay actividad. Entonces la diversion está en los toboganes, me deslizo tres veces con los niños, pero al igual que ellos, siento demasiado frío para seguir allí. Al fin y al cabo, para subir a los toboganes hay que aguantar varios minutos en las escaleras a alturas vertiginosas, donde el viento sopla bastante helado. Por lo tanto, preferimos posponerlo a un día más cálido. Sin embargo, Msc Seaside está lleno de espacios abiertos o semiabiertos que invitan a echar un vistazo aquí y allá o a detenerse y admirar el mar, pero en los que siempre se está expuesto al ruido o a la música.

Por la tarde, el tiempo sigue sin convencer. El mar no está especialmente agitado, pero el sol no sale, sigue detrás de las nubes. Lo bueno es que los bañistas tienen las piscinas para ellos, y los excursionistas los puentes al aire libre. El Puente de los Suspiros en la popa no es para los débiles. Con su suelo de cristal, conduce sobre la vorágine abierta entre los lados de babor y estribor de Msc Seaside, con vistas a la pequeña piscina de South Beach ocho cubiertas más abajo. La situación es similar en la Promenade Deck con el Infinity Bridge, que también sobresale unos metros por encima de la cubierta. Este también tiene un fondo de cristal, pero al menos hay un abismo en un solo lado (hacia el mar).

Aquí termina nuestra historia por hoy, ¡esperamos verte la semana que viene con la penúltima historia de Msc Seaside!

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Kai Ortel

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